En la noche probablemente más fría del año, las voluntarias de la Protectora de Palafolls, a quienes habíamos cedido la jaula, conseguían traer de vuelta a Drela. 

Su historia es parecida a muchas otras: Perrita miedosa que se escapa recién adoptada. Un largo mes de trabajo de búsqueda y localización por parte del equipo fue necesario para fidelizarla en la zona. De día, de noche, recorriendo zonas, coordinando avisos de los vecinos… un trabajo de campo que requiere mucho esfuerzo.

¡Pero hoy era su dia! ¡El equipo iba a por todas y así ha sido!

Drela ya descansa tranquila y feliz. 

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