Tres meses sobreviviendo cerca de una estación de tren, ¡que acaban por fin para ti! ¡Bienvenida princesa!

Sin duda los galgos, junto a sus hermanos a los podencos, son las razas autóctonas más maltratadas en este país. La suerte de Maggie, sin embargo, acaba de cambiar.

El medio rural es especialmente duro para muchos perros. Neu es un ejemplo de ello, pero su destino acaba de cambiar.

A VAS lo abandonaron delante de la Protectora, suelto y con un saco abierto de pienso. Costó ganarse su confianza, pero ¡lo conseguimos!

Un mes vagando por la calle con un cepo en su patita. El pasado quedó atrás pequeño príncipe, ¡Bienvenido!

Nueve horas congelados, una guardia muy dura. Pero todo ha valido la pena por ella: ¡Bienvenida Elsa!

Dos almas liberadas de las cadenas, de la indiferencia. Sandy y Bart empiezan sus nuevas vidas.

Jacky, tres años encadenado, destinado a la vigilancia de la finca. Mucha ansiedad acumulada de la que por fin se libera para encontrar una vida mejor.

Duque, rescatado con una soga al cuello. No podemos ni imaginar tu agonía pequeño superviviente. Ahora empiezas una nueva vida.

Más de dos largos años de abandono, sobreviviendo en una zona de campos de cultivo. Por suerte, su vida ha cambiado.

Nelly, un caso de extrema gravedad que ha requerido la máxima coordinación humana.

¿Es una pantera? ¿Es un perro? Es el gran Neón, una preciosidad rescatada del abandono en medio de la oscuridad.

La Dama Blanca aparecía por las noches cual fantasma en la oscuridad, muy hambrienta pero prudente, cuidándose de no ser vista en la más absoluta soledad de la noche.

Muchos meses saliendo a buscar comida de gatos por las noches: hambre, miedo, supervivencia… la marca del abandono. Nero empieza su nueva vida.

Erase una vez un pequeño perrito, bautizado como Crispin, que fue abandonado a su suerte hace más de dos años. Su futuro era incierto.

¡Un rescate, dos perros: Zipi y Zape! Zipi fue fácil pero con Zape tuvimos que emplearnos a fondo.

Bety, una pequeña mami abandonada en el barrio del Rectoret, Barcelona. Llevaba tiempo abandonada por allí y ya había tenido una camada anterior.

En una gélida noche de Jueves, esperábamos al dulce Foxy, tras hacer un seguimiento previo de sus rutas y horarios.

Cuando recibimos el aviso, no imaginábamos que nos encontraríamos a este podenco campanero tan hecho polvo.

Hicieron falta hasta casi 4 horas para que se decidiera entrar y poner fin a sus días de abandono. ¡Pero lo conseguimos!

A Tico no hizo falta rescatarlo con jaula trampa, por suerte para él.  Cuando nos dieron el aviso, los vecinos de la zona (Rubí, Barcelona) ya habían conseguido fidelizarlo hasta el punto que dormía delante de una de las casas.

Mona, como cada día, salía a hacer su ronda en busca de comida por una zona situada entre los municipios de Montgat y Tiana (Barcelona). La pequeña bomboncito de chocolate por fin está salvo.

Gizmo llevaba meses vagando solito por una urbanización del municipio de Caldes de Montbui (Barcelona). Sus ojos mostraban tristeza y miedo.

Apareció de repente por una urbanización del municipio de Piera, en la provincia de Barcelona. Las vecinas la llamaban cariñosamente «Ana María».

La primera vez que fuimos no tuvimos suerte, pero al día siguiente volvimos y allí, a lo lejos, la vimos corretear asustada buscando desesperadamente algo que llevarse a la boca.

La pequeña Flor correteaba solita desde hacía unos días, cruzando carreteras, rotondas y buscando lugares donde refugiarse.

El pequeño podenquito maneto que deambulaba por Castellví de Rosanes, ¡rescatado! ¡Bienvenido Chispi!

Comenzaron a verla sola, desorientada, por los alrededores de Vilanova del Vallès (Barcelona). Se acabó lo de ser una perrita abandonada. ¡Bienvenida a tu nueva vida!

Blue fue un abandono en toda regla. Lloraba y estaba muy asustado. Pero todo cambió cuando se cruzó en nuestro camino. ¡Bienvenido Blue!